-	Blanquear por un minuto el kale y refrescar en agua con hielo. Escurrir, quitar el tallo y reservar.
    					-	Colocar en una multiprocesadora el kale con la mitad del aceite. Procesar.
                        -	Una vez lograda una pasta de color verde intenso, añadir la albahaca, el tomillo sin la rama, los piñones, el queso y el ajo (opcional).
                        -	Triturar bien todo y añadir el resto del aceite para formar el pesto.
                        -	Cuando se obtenga una pasta homogénea, pasar a un bol y reservar. 
                        -	Cortar el jengibre en trozos pequeños y mezclarlo con la crema fraîche.
                        -	Tostar el pan y colocar encima de cada tostada una buena cucharada de pesto de kale y encima la crema de jengibre.